-Anda, hijo, ve a encargarte del rebaño.
El niño fue y,como se aburría mucho, decidió gastarle una broma a unos campesinos y empezó a decir:
¡que viene el lobo!, ¡que viene el lobo!
Los campesinos subieron corriendo y el pastorcito se rió de ellos. Al día siguiente lo repitió y al tercer día vino el lobo de verdad; el niño chillaba desesperado, pero nadie acudía y...
¡Descubridlo vosotros leyendo el libro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario