Érase una vez una abuelita que estaba harta de no salir de viaje. Como no se podía pagar el avión, decidió hacer un globo aerostático. Y de pronto varios animales de distintas razas quisieron montarse con ella...
Y después de que lo estropearan todo, la abuelita decidió que podían ir con ella pero con una condición, que le ayudaran a reconstruir el globo. Pero en realidad los animales sólo querían estar con ella.
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